Bodas aplazadas por el coronavirus. ¿Cómo actuar?
¿Qué tal estáis? Esta puede ser la pregunta que más se repita estos días en todo el mundo. Y es que, una vez más comprobamos que lo más importante para todos es la salud y el bienestar de las personas que nos rodean. Esta crisis está afectando a muchísimos sectores, profesiones, empresas y probablemente puede que la vuestra sea una de esas bodas aplazadas por el coronavirus.
De parte del equipo de Bodas de Trucco queremos transmitiros calma, paciencia y templanza porque aunque suene muy repetitivo, sabemos que todo va a salir bien y que esta tormenta terminará más pronto que tarde trayéndonos a todos la normalidad a nuestras vidas.
Sabemos que si has tenido que posponer tu boda a otra fecha ahora te surgirán muchas dudas e igualmente te pasará si tu enlace tiene fecha en los próximos meses y aún no sabes qué hacer, si posponer la boda, cambiar de día o seguir adelante con ella. Por ello, nosotras te traemos varios consejos que te serán de ayuda para que no prime el nerviosismo y el estrés al respecto y tomes decisiones de forma lógica y consensuada con tu pareja y con los proveedores.
Esta situación es nueva para todos nosotros y no sois los únicos que verán su día afectado. Son muchas las parejas que tendrán que empezar a contactar con todos aquellos servicios que tenían contratados para ver qué pasará con ellos.
¿Por dónde empezar?, ¿finca, cátering, fotógrafo…? Tranquilidad, empecemos por guardar la calma, servirnos una taza de café y agarremos papel y lápiz
Teniendo en cuenta las indicaciones de la OMS y las del Gobierno Central, tenemos que ser conscientes de que no sabemos con exactitud hasta cuándo se tendrán que mantener las medidas de seguridad y por tanto cuándo se permitirán de nuevo este tipo de reuniones, lo que significa que debemos buscar una fecha con bastante diferencia temporal a la inicial. Quizás con dejar un margen de unos 5 meses sea suficiente. De tal forma que si por ejemplo os ibais a casar en mayo, una fecha alternativa podría ser octubre de este mismo año. Si no contáis con una wedding planner que os eche una mano y os apoye en estos momentos, podéis seguir esta lista para reorganizar vuestras tareas.
1. Elección de otra posible fecha para las bodas aplazadas por el coronavirus
Antes de comenzar a hacer llamadas a diestro y siniestro a todas las empresas con las que teníais fijado un servicio y antes de avisar a todos los invitados, debéis pensar y concretar una o varias fechas posibles. De esta forma, cuando aviséis a los invitados y habléis con las empresas o proveedores ya tendréis una nueva fecha elegida y no habrá que repetir el proceso (una vez para avisar de que se pospone la boda y otra para anunciar el cambio de fecha). De todos modos, sabemos que a estas alturas habréis recibido muchas llamadas de los invitados para preguntaros sobre si la vuestra es una de las bodas aplazadas por el coronavirus.
¿Por qué seleccionar varias fechas posibles en vez de 1? Es conveniente que al elegir el nuevo día de vuestra boda barajéis no solo 1, sino 2 o 3 fechas diferentes, ya que al igual que vosotros, muchas parejas que se casaban en estos meses están pensando en cambiar su boda para finales de año, cuando ya algunos fines de semana estarán ocupados por las parejas que desde un primer momento tenían esa fecha seleccionada.
2. Hacer llamadas
Una vez que tengamos las posibles fechas seleccionadas, será el momento de hacer llamadas. Haremos ahora una lista desde mayor a menor importancia de las empresas con las que contactaremos para hablar sobre estos cambios. El lugar de la ceremonia y el de celebración deberían ser los primeros. Seguidamente, el cátering, maquilladora y peluquero, fotógrafo y videógrafo, decoración, animación, DJ, autobuses, agencia de viajes para el cambio de fecha de la luna de miel… Todos aquellos servicios que ya tenías contratados.
Puede ser que algunos de estos proveedores no estén disponibles para la nueva fecha seleccionada. Desde el primer momento tenéis que intentar, como es lógico, seguir con el plan inicial, pero es probable que algún profesional tenga esa fecha ocupada con anterioridad y tal vez no puedan acompañaros definitivamente. Si se da esta situación, ¡que no cunda el pánico! Podéis llegar a un acuerdo, os pueden proponer compañeros de profesión que trabajen de forma similar a ellos o compañeros dentro de la misma empresa que realizarán un trabajo igual de excepcional.
El truco está en dialogar y juntos encontrar una solución, siendo flexibles con los profesionales, que al igual que vosotros tendrán que modificar sus fechas de trabajo. Podéis intentar llegar a un acuerdo sobre la reserva económica ya dada con anterioridad o precio final del servicio y el cambio de fecha.
En este punto tenemos que ser conscientes de que esta crisis sanitaria nos afecta a todos y que, aunque no podamos celebrar nuestra boda el día que queríamos, vamos a poder celebrarla, por lo que de cara a ello es muy importante que os pongáis de acuerdo con todos los profesionales.
Para que esto salga bien ambas partes debéis ser comprensivas y empáticas. El profesional intentará ofrecernos varias opciones y debéis estar receptivos, positivos y ser flexibles para poder realizar todos los cambios de la mejor manera posible.
3. ¿Qué hago con las invitaciones?
Seguramente, muchas de las invitaciones, o todas, estarán entregadas con la fecha inicial del enlace y tengáis que indicar la nueva. Si podéis, nuestra recomendación es que diseñéis una versión diferente de la invitación para distribuirla de forma online. Quizás una tarjeta o tarjetón con formas sencillas, tal vez con una frase inicial que diga “Tenemos nueva fecha” o similar, algo que aporte una pizca de humor a toda esta etapa y que sirva para comunicarles a todos vuestros invitados que seguís adelante con vuestro día especial. Podéis mandarla por correo electrónico o simplemente vía WhatsApp.
Otra opción, un poco más elaborada que la primera puede ser la creación de una web de vuestro enlace. Enviaríais a todos vuestros invitados el link y la clave de acceso. Ahí encontrarían la nueva fecha, además de un apartado para confirmar la asistencia. Incluso podéis dedicarles un comunicado más informal de vuestra situación y cómo lo estáis llevando. Es una forma de mantenerlos al día, tranquilizarlos e informarlos de todo lo relacionado con vuestra boda. Tenemos que tener cuidado porque esta opción puede ser menos económica que la anterior y debemos tener en cuenta siempre que los pasos que demos a partir de ahora deben sumar pero sin necesidad de que signifiquen un gran gasto económico del presupuesto total.
4. ¿Qué pasa con mi vestido?
No te preocupes, no tienes que cambiar el vestido. Si vuestra boda era en mayo y ahora la posponéis a octubre y os casáis en España, afortunadamente el clima es muy similar entre estos meses. Septiembre y octubre son meses ideales para celebrar bodas, ya que cuentan con muchas horas de luz durante el día y buena temperatura. Si vuestro Gran Día se celebra además por en el sur tendréis una temperatura ideal y apta para el modelo que hubieses llevado a cabo en mayo o junio.
Si vuestra preocupación es la lluvia, aquí tenemos que deciros que cualquier día de primavera o verano puede hacer acto de presencia, os lo decimos por experiencia, al igual que en otoño.
Querida novia, te ha costado encontrar el vestido de tus sueños y un cambio de fecha no hará que renuncies a él. Te proponemos que hables con tu diseñador y según el modelo de tu vestido puedas adaptarlo para tu tranquilidad. Quizás podría crear una sobrecapa o rebeca tipo levita a juego con tu traje. Él te asesorará mejor que nadie en este aspecto.
5. Aprovechar el tiempo en casa
Sabemos que hay tareas que marcasteis como secundarias o menos prioritarias en su día. Es momento de llevarlas a cabo. Esas tareas manuales que tanto tiempo os llevarían y que ahora podéis y tenéis el tiempo para dedicarles son quehaceres ideales para estos días en los que no podemos salir de casa. Podéis darle una vuelta al seating plan de los invitados, la animación infantil y a esos detalles que pensasteis dejar para última hora.
Sabemos que no es fácil esta situación, sabemos que hay mucho miedo e incertidumbre, pero si para algo nos está sirviendo esta etapa es para aprender. Aprender a dedicarnos más tiempo a nosotros y a las personas con las que vivimos. Básicamente nos han obligado a no salir de casa, ese espacio que apenas pisábamos con el agitado nivel de vida que muchos llevamos. Es momento de reconectar, con nosotros mismos, con nuestros pensamientos, nuestra pareja, nuestros familiares y amigos, aunque sea en la distancia y por vídeollamada.
Aprovechemos esta cuarentena en nuestros hogares, con los preparativos, sabiendo lo afortunados que somos por poder seguir desde casa con nuestras vidas, un poco diferentes ahora, pero con las mismas ganas e ilusión de siempre.
Es momento de organizar, de seguir pensando, de planificar y de continuar amando. Cuando todo esto pase tendremos más ganas de reunirnos, más ilusión por abrazar, más motivos para sonreír y muchos más para celebrar.